«Éramos unos pipiolos en Eurovisión, pero me siento muy orgullosa de haberle ganado a Cliff Richard»

EL CORREO

Izaskun Uranga (Bilbao, 1950) es uno de los seis componentes históricos de Mocedades junto a sus hermanos Amaya y Roberto Uranga, Javier Garay, José Ipiña y Carlos Zubiaga. Aquel sexteto permaneció unido de 1973 a 1984, el año en que Amaya, la solista, deja el grupo. Tutelados por el productor y compositor Juan Carlos Calderón, Mocedades quedaron segundos en Eurovisión 1973 con ‘Eres tú’ y grabaron a fuego en la memoria de varias generaciones himnos como ‘Tómame o déjame’ y ‘Amor de hombre’. Medio siglo después, hasta tres grupos cantan ‘Eres tú’ legitimados moral y jurídicamente: Mocedades de Izaskun Uranga, Mocedades de Javier Garay y El Consorcio (de Amaya y Estíbaliz Uranga, y Carlos Zubiaga). Los primeros actúan este viernes en el Teatro Campos junto a Rafael Basurto Lara, última voz de Los Panchos. «No puedes quitar ningúna canción, solo añadir», apunta Izaskun desde su caserío de Muxika.

-¿Por qué cuando escucho ‘Eres tú’ se me sigue poniendo la piel de gallina?

-¿Y por qué a mí me pasa lo mismo? A todos nos ocurre. Creo que es por la canción, una de las más importantes en el mundo. En algunos países está considerada como la mejor que ha ido a Eurovisión. El día que la compuso, Juan Carlos Calderón no se cortó un pelo. ‘Eres tú’ la solemos cantar al final de los conciertos, en los bises. Y siempre se me pone la carne de pollo. Cuando hay una orquesta detrás o un mariachi ya no te digo cómo suena.

-Mocedades y Los Panchos juntos, vaya dos mitos.

-Lo hemos hecho más veces. Antes con Armando Manzanero, pero se nos ha muerto. Cogió el Covid. Se confió.

-¿Cómo va a ser el concierto?

-Mira, teniendo en cuenta que lo que hacemos es música y que no bailamos, trataremos de comunicarnos con la gente que está en el teatro. Según qué canción va la hacemos de una forma o de otra. Y eso es todo el show.

-¿Por qué han salido tan cantarines los nueve hermanos Uranga?

-Éramos nueve y uno se nos murió. Disfrutábamos mucho cantando con nuestro padre en aquel piso enorme de la calle Esperanza. Tenía muy buena voz. Le propusieron irse a Sudamérica con una compañía de música clásica. Mi madre, por entonces su novia, le dio a elegir: o la música o ella.https://www.youtube.com/embed/Rl55LLI1WUY?autoplay=false&mute=false&playsinline=true&enablejsapi=true&medio=elcorreo&

Vídeo. Mocedades canta ‘Eres tú’ en Eurovisión 1973.

-Y se hizo delineante en Aceros Echevarría.

-Sí. Lo que no sufrió mi madre por él lo hizo por nosotros, porque los nueve hermanos salimos cantantes y viajeros. Mi padre se conformó con la ABAO; en todo lo que había para cantar, ahí estaban los dos, porque mi madre tenía también una bonita voz de mezzo, como yo.

-¿Los nueve hermanos cantaban?

-La más pequeña es la única que no se ha metido de manera profesional, aunque estuvo de ‘road manager’ bastante tiempo. Ahora que empezamos otra vez a ir a América necesitamos que venga, aunque no sé lo que hará.

-Voces y Guitarras.

-Es el nombre del grupo que formamos un grupo de amigos a los que nos gustaba cantar. No pensábamos en absoluto que ese iba a ser nuestro destino profesional. Poco a poco nos encontramos que estábamos metidos en un lío de cuidado. Nos gustaba sobre todo el folk y los espirituales negros. Joan Baez, Peter, Paul and Mary… Cuando vino Juan Carlos Calderón empezamos a escuchar otro tipo de música.

-Calderón inventa el sonido Mocedades.

-Él nos lleva a una casa de discos en la que ya había un grupo que se llamaba Voces Amigas, era un lío que hubiera otro Voces y Guitarras. Nos propusieron ser Mocedades y nos encantó. Ahora trabajamos con Jacobo, el hijo de Juan Carlos. Acabamos de grabar un disco con arreglos suyos de canciones de siempre que han quedado de maravilla.

-Y llega Eurovisión 1973 con ‘Eres tú’.

-Me vienen a la cabeza los ensayos en el teatro de Luxemburgo, rodeados de periodistas y fotógrafos. Cantar para nosotros era algo como muy necesario.

Izaskun Uranga en un concierto reciente.

Izaskun Uranga en un concierto reciente.

-¿Qué le parece la pasión que vuelve a despertar el festival de Eurovisión?

-Tengo amigos que siempre han seguido viéndolo. Yo no lo sigo. Otra cosa es el país que gana al final. Nosotros quedamos segundos por detrás de una chica de Luxemburgo (Anne-Marie David). Había países que por no dar su voto a España ni a Inglaterra se lo dieron al país anfitrión. De lo que me siento muy orgullosa es de haberle ganado a Cliff Richard con ‘Power to all our friends’, que en aquella época era el no va más. Bah, seguíamos siendo unos pipiolos en aquella época. Recuerdo que nuestro mánager, que era el padre de Massiel, nos animaba desde la segunda fila gritando ‘¡Aúpa el Erandio!’. Se lo llevó la Policía porque pensaban que era algo en contra de Israel.

-Mocedades no era un grupo político, pero en algunas letras dejaban entrever cosas. Y se negaron a actuar en el Chile de Pinochet.

-Sí. Nosotros teníamos nuestras ideas, pero no hacíamos campañas. Lo que pensábamos se nos notaba, el que fuera un poquito inteligente se daba cuenta. Pero no nos metíamos para nada en política. Alguna vez tuvimos problemas por culpa de alguna canción. Como ‘Pange Lingua’, que estuvo vetada durante un tiempo. Fíjate, la canción de la Iglesia que ha sonado en tantas misas…

-¿Entre ustedes hablaban de política?

-Mientras no fuese en un sitio público… En las ruedas de prensa te metían los dedos en busca de un titular. Siempre decíamos lo mismo: escuchad nuestra música, y lo que sintáis al oírla imaginaos que es lo que nosotros sentimos.

-La marcha de Amaya Uranga en 1984 es el momento más complicado en la historia de Mocedades.

-Por supuesto. Amaya había sido la solista perfecta de nuestro grupo. Lo primero que hicimos fue descansar, porque estábamos todos molidos. Íbamos a descansar un año, pero al segundo mes ya estábamos todos llamándonos. Hicimos un casting para buscar una nueva cantante. Yo iba a seguir cantando con los que quedaran. Por aquel entonces vivía en Andalucía porque me había casado con un andaluz. Me vine y aproveché para divorciarme.

-¿Y eso?

-Fue muy feo lo que me pasó. Teníamos negocios en Andalucía y el padre de mi hija se empeñaba en que yo estuviese en las tiendas, como haciendo de relaciones públicas. Y yo le dije que no, que quería estudiar lo que no podía haber hecho de joven. Me decía que para qué quería estudiar… Cuando alguien te pregunta eso y se te pone gallito… Si me hubiera dado cuenta antes de lo que tenía al lado… A los cuarenta años hice el acceso a la universidad y cursé Primero de Historia. No pude seguir porque tenía mucho trabajo.

-Ahora hay tres grupos que cantan los temas de Mocedades.

-Yo solo conozco el nuestro. Perdóname, pero en los grupos tiene que haber una Uranga mayor por narices. Eso es Mocedades.

-¿Y lo otro qué es?

-Ah, no sé. Está El Consorcio, perfecto. Las canciones de compositores las pueden cantar quien le dé la gana. Tú no te puedes apropiar de una canción. La marca Mocedades es otra cosa. La gente no se ha enterado de que en Mocedades hemos sido muchos. Cuando se marchó Amaya entró Ana Bejarano, que murió el año pasado. Ha habido quien se ha marchado, quien se ha muerto, como mi hermano Roberto… Respeto con todo el alma que Amaya, mi hermana mayor, era la solista, pero nunca he tenido dudas de que el grupo era Mocedades. Llevamos más de cincuenta años viajando por América. En mayo empezamos una minigira por Estados Unidos y México.

-¿Le gustaría una reconciliación, que Amaya volviera?

-No. Todo el mundo tuvo sus razones cuando se marchó. Yo no valoro lo que ha creado cada uno por el nombre, sino por las personas con las que he tenido contacto.

-Asegura que Mocedades podía haber llegado a ser tan grande como Abba.

-Sí, pero no teníamos detrás una compañía de discos fuerte, ni un mánager potente. En España no había nadie que organizase una gira norteamericana como es debido. Estábamos arriba en el Billboard, pero eso no se tradujo en el éxito que merecíamos.

-¿Qué sigue sintiendo encima de un escenario?

-Yo tengo dos hijos: el grupo y mi hija. Veo al público desde el escenario, escucho los aplausos… Buah, me compenetro de tal forma que me olvido de todo. Sigo sintiendo lo mismo que cuando cantábamos ‘Pange Lingua’, ‘Eres tú’…

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